Mi cometido es hablar de todo, pero hablar de todo no es suficiente si no hablo de Dios, que sea él, el gran centro de atención, y que esta página sirva par bien del alma que la visite.
Hoy hablaremos del santo Vincente de Paul, cuya convicción era "el amor es inventivo", y cuya doctrina de ayudar a los más pobres iba mas o menos así:
"Si no sé , aprendo, estudio, me formo y reflexiono las experiencias propias y ajenas. Si no puedo, voy a amar más, porque "el amor es infinitamente inventivo". Si no tengo tiempo, lo sacare de debajo de la piedras. Si no me interesan los demás, es porque soy un viejo sin ilusiones, y no voy a ser así, no quiero serlo, y la forma de derrotar a este paralítico es ponerme a servir a los que más me necesitan. Ellos me esperan como una casa en llamas necesita que alguien acuda a liberar a los en ella encerrados, como un herido precisa de ayuda y medicinas, como un niño requiere de amor y de escuela para su desarrollo, como un oprimido exige liberación urgente, como un ciego necesita la buena noticia de la luz mejor para su vida. Me interesa esto, me apasiona, y, por eso: SÉ, PUEDO Y ENCONTRARÉ TIEMPO.
Podemos reflexionar en este pequeño fragmento del folleto "UN LÍDER LLAMADO VICENTE DE PAÚL".
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